Hace ya días que la buena voluntad que genera el descanso empezó a esfumarse, nunca es igual, siempre se consigue algo, de los millones de ideas liberadoras que pasan por nosotros, algo queda en el interior.
Como los propósitos del año nuevo todas las expectativas parecen disolverse a medida que pasan los días rutinarios.
Vuelta a la realidad?
Quien crea esa realidad?
No somos nosotros mismos los que construimos nuestro día a día?
Pues eso creo, el propósito esta vez es invertir el proceso, mi realidad está llena de tiempo libre, está exenta de horarios marcados por las maquinas imprecisas de medir el tiempo que hemos inventado, tiene días soleados y aire puro, lastima que no nos hayan enseñado a vivir en ella
mas que unos días al año.
Quizás algunos hombres no estén hechos para soñar durante su descanso, quizás algunos consiguen soñar todos los días.
Nos obcecamos en enterrarnos con la vuelta a la rutina sin darnos cuenta de que lo hacemos voluntariamente, que sería de nosotros sin la seguridad que el martirio diario nos produce, flotando en la incertidumbre y extasiados de la adrenalina de la libertad, demasiadas emociones.
El pensamiento es claro "no podemos cambiar el mundo, siempre ha sido así" pero... quien está hablando de pensar?
Quizás un ejercicio fácil nos anudaría a decantarnos lentamente hacia la píldora roja, sentir. Sentir cada día la libertad del descanso, la emoción de lo inesperado, el fluir de la vida que, aunque no queramos verlo, no se para ante los bucles infinitos de la segura y desdichada rutina.
Solo, aunque solo unos segundos sea, saldríamos del bucle y empanaríamos, aunque fuesen solo unos metros, a la afortunada vida que no se para. Durante esos escasos metros quien sabe, puede que viviésemos la verdadera realidad.