martes, 16 de septiembre de 2008

Cuarto y mitad de karma por favor.

Como en la mítica peli de Airbag reflexionan.... sucedió antes en el tiempo, pero no en el espacio :P
Chalauras de un dia de verano.
Desde hace ya algún tiempo empiezan a tenerse como normales ciertos términos que en otro momento sonaban a mística para chalados.
Chakras, karma, aura... ahora todos queremos tener uno de esos, proliferan vendedores que te entregan tu chakra bien limpito cortado en filetes listo para empanar.
Poca gente se aventura a arreglar el coche, la nevera o la lavadora para ahorrarse unos cuartos pero que pasa cuando hablamos de cosas de nuestro interior, de nuestro ser? Quizá bastaría con sentarse 5 minutitos algún día, cerrar los ojos, respirar profundamente unas pocas veces e intentar sentir lo que hay en nuestro interior, lo mas dificil sin duda es esto último, sentir. Acostumbrados a vivir en un entorno donde todo se ve, se oye, se toca, se paga y se piensa, pocas cosas están empaquetadas en el super para sentirlas. No me refiero a sentir un éxtasis lavándose el pelo con cierto champú, o sentirse bien por dentro por los bichitos que lleva el dichoso yogur, me refiero a sentir lo que nos ha pasado, por que hoy me he encabronado con el tipo que no puso el intermitente y que he sentido al hacerlo, realmente he conseguido algo gritándole por la ventanilla acordándome de su familia? Quizá hubiese sido mas productivo sentir pena por que esa persona no es consciente de lo que implica su acción y desear que aprenda y evolucione para que corrija su actitud, pensar algo positivo siempre es mucho mas productivo que hacerlo negativamente.
Tampoco hay que negar que es mucho mas cómodo (ya que no estamos acostumbrados a lo contrario) gritar por la ventanilla, no hay que reflexionar tanto.
Volviendo al principio, todos parecemos tener ahora chakras y otras cositas por el estilo, pero cuantos de nosotros nos hemos parado a sentirlo?
Mas de uno se llevaría una sorpresa, grata sin duda, todo es cuestión de intentarlo y si no, iempre podemos ir a la paradita donde lo tienen limpito, cortado en filetes y listo para empanar al fin y al cabo la cosa es sentirse mejor, aunque el sabor del esfuerzo y su recompensa sin duda,
no tiene precio.

No hay comentarios: